El 27 de mayo se celebra el día de la Madre en honor a las heroínas de la Coronilla, mujeres y madres que lucharon por la independencia en 1812.
¿La maternidad es una obligación, un mandato social, un destino, un mandato divino o una elección? La maternidad elegida es un derecho que tenemos todas las mujeres, derecho a decidir si queremos o no ser mamás, cuándo ser mamás y la cantidad de hijos que queremos tener.
En muchos casos la maternidad no es elegida, desde niñas las destinan a ser madres, nos regalan muñecas, bebés, ropita y así comienza el entrenamiento para cuidar a los hijos; es un mandato social muy fuerte llegar a cierta edad y el entorno se pregunta ¿cuándo te casas?, ya casada ¿cuándo te vas a embarazar?, con un hijo muchas veces preguntan ¿cuándo viene la parejita? Y así viene la presión de la pareja, la familia, el entorno social, la religión hacen que la maternidad no se elija sino sea impuesta.
Ser mujer no quiere decir ser madre, muchas mujeres eligen no ser madres, no por eso no son mujeres o no son mujeres plenas; gracias a la construcción social muchas mujeres creen que ser madre es un destino, una bendición, ¿qué pasa cuando ya llegan a la vida de las mujeres 6, 7 ,8 bendiciones? Esta mujer pide una ligadura de trompas y el médico que la atiende solicita autorización del marido, vemos que esta decisión sobre nuestros cuerpos la toman los hombres, el entorno, el sistema. Como se ve en los casos de niñas madres que son obligadas a seguir con el embarazo fruto de una violación la mayoría de las veces de su padre, padrastro o un pariente cercano.
Hoy en día hay un avance ante la maternidad elegida, esta maternidad en muchos casos se constituye en un proyecto de vida para mujeres que tienen acceso a la educación y conocen sus derechos, muchas eligen estudiar y realizarse profesionalmente antes de ser madres, eligen ser madres sin necesidad de casarse, eligen casarse y disfrutar unos años el matrimonio antes de ser madres o eligen no serlo.
Una vez se decida ser mamá esto no quiere decir que se opta por una vida de sacrificio, que están primero los hijos e hijas que una, que somos súper mamás y lo podemos todo, y si compartimos esta maternidad la pareja debe ser corresponsable en el cuidado de los hijos e hijas; antes que nada somos personas que decidimos por amor traer una vida al mundo, una vida que no nos pertenece, una vida que encaminamos con principios y valores.
Por: Cecilia Saavedra