Revista Debate sobre Derechos Sexuales
En el marco de la estrategia de debates sobre Derechos Sexuales (2016) compartimos con ustedes los siguientes artículos.
Editora, estilo y redacción
Zulema Alanes
Jimmy Tellería no podía ocultar que estaba nervioso. Habían pasado 16 años desde la primera vez que un grupo de audaces activistas habían decidido instalar en el debate una agenda que en 1999 apenas asomaba el ámbito público. Una invitada faltó al debate y era como si la quinceañera hubiera dejado a su paje justo en el momento del baile de cumpleaños.
Pero todo estaba servido, y con aplomo y mucha resolución, tomó el micrófono y recordó cómo empezó todo: “fue en la Casa de Pandora, el escenario justo para abrir la ‘Caja de Pandora’ y hablar de aborto, placer, familias –en plural– y derechos sexuales”. Entonces parecía tan lejana la posibilidad de que estos temas interpelen a los tomadores de decisión, se constitucionalicen y tomen forma de ley.
Pero el debate no ha terminado. Hay todavía muchos orillos que pueden hacer perder el equilibrio. “Por eso hemos vuelto a traer estos temas, para mirar dónde estamos, evaluar los avances o percatarnos que los fundamentalismos –políticos y religiosos– siguen intactos, acechando para que los avances se conviertan en retrocesos”. En palabras del anfitrión son temas totalmente actuales porque incluso aquellos que se han plasmado en la Constitución y en la nueva normativa legal aún no han hecho carne en las mentes de la gente, han sido regateados a la hora de ser legislados, o, simplemente, no se conocen como derechos que deben ser reclamados.
En fin, Jimmy Tellería, cuenta que el primer desafío fue asumido en el marco de un colectivo de activistas que se denominó “Masque V”, aludiendo a que empezó como una reflexión de cinco personas que luego se expandió a varias decenas. A los cuatro temas que hace 16 años se debatieron, CISTAC –como responsable de la invitación a continuar la reflexión– , añadió uno más: Cuerpo Territorio, que forma parte de los contenidos que se abordan al hablar de masculinidades, pero también se constituye en el marco para entender las otras temáticas, porque visto en conjunto todo está interrelacionado.
Fue un día inaugural cargado de nostalgias. Jimmy Tellería, recordó a Susanna Rance, que fue co-organizadora de la primera aventura. Relató que entonces el Colectivo GLBT estaba apenas en ciernes, que las personas que viven por Vih/Sida no estaban organizadas, que fue la primera vez que un grupo de activistas se atrevió a poner en escena una feria que se denominó “Placer en la Plaza” provocando la sorpresa de quienes se aglomeraban a los pies del monumento al emblemático héroe del Pacífico porque el movimiento drag queen se mostraba de cuerpo entero, las PVVS invitaban a hablar del vih/sida y a entender que `le puede pasar a cualquiera’, y se interpelaba a católicos y católicas que acababan de persignarse en la misa a sumarse a la cruzada por despenalizar el aborto, y se constataba –mirando a las familias que paseaban en domingo– que era evidente que el concepto de familia nuclear, como única expresión de la relación parental, tenía los días contados.
Fue un día también para percatarse que los años no pasan en vano, que si bien aún hay ímpetu para nuevas batallas, no es poca cosa haber vivido el fin del siglo XX e inaugurado otro tiempo. Y entre avances y retrocesos, hay mucho para rememorar pero mucho más por construir y una provocadora agenda para debatir.
En la última década la familia tradicional, formada por una pareja heterosexual casada, con o sin descendencia, pero con los roles de género claramente marcados, ha dejado paso a nuevos modelos de familia.
Esos cambios habían sido tempranamente advertidos cuando en 1999 se instaló el primer debate sobre las nuevas formas familiares, y en septiembre del 2015 la idea era aproximarse a entender cómo ese cambio social estaba impactando en la esfera privada de las personas, en sus actitudes, sus hábitos y su manera de entender la convivencia.
Para tal propósito, se invitó a dialogar a una comunicadora, madre de familia y activista por los derechos humanos; a un filósofo autodefinido como marica y a una recién egresada de psicología que hacía poco había asumido públicamente su identidad lésbica. Carmen La Ruta, Rodolfo Vargas y Tatiana Mamani, respectivamente.